Sector salud de Veracruz, enfermo de corrupción
La corrupción en el sector salud de Veracruz involucra a cuando menos los últimos cuatro gobiernos en el mal uso de unos mil 30 millones de pesos con los que se debieron de haber construido 37 hospitales y centros de salud en 33 municipios, los cuales, al paso de los años, se mantienen como obra negra.
Por Primer Párrafo/ONEA México
A excepción de cuatro de esas obras que fueron continuadas, el resto están completamente suspendidas, situación que mantiene a la entidad como el segundo lugar nacional en esa materia, solo por debajo de Oaxaca.
En el caso veracruzano se trata de un hospital general, un hospital comunitario cuatro hospitales especializados, 26 centros de salud, cuatro centros de salud con servicios ampliados y una unidad de apoyo.
Lo anterior fue dado a conocer en marzo pasado por la Secretaría de Salud federal, una vez concluida la revisión de la infraestructura hospitalaria de todo el país.
Así, y luego de varios años de venirse documentando la corrupción que impera en prácticamente todo el sector salud, Veracruz se afianzó como uno de los peores ejemplos, tal y como lo demuestra la puesta en marcha del Plan Maestro de Infraestructura Física en Salud (PMI), a cargo de la Dirección General de Planeación y Desarrollo en Salud. Con dicho programa se busca mejorar la planeación, el desarrollo e impulsar el reordenamiento de la infraestructura y el equipamiento médico del país.
El abandono de los hospitales y centros de salud afecta la atención médica de al menos un millón 546 mil 146 de personas distribuidas entre los 33 municipios sedes de las obras, es decir a casi el 20 por ciento de la población en la entidad que asciende a 8 millones 113 mil.
Ya en el año 2017 el Órgano de Fiscalización Superior (Orfis) del estado de Veracruz había documentado la situación de 15 hospitales y clínicas abandonados, algunos de los cuales no fueron incluidos por la Secretaría de salud federal en su informe como son los casos de Poza Rica, Nautla, Naranjos, Atzacan, Tequila, Misantla, Ignacio de la Llave e Hidalgotitlán.
El Orfis también documentó y alertó de los malos manejos en las cuentas bancarias a cargo de la Secretaría de Salud (SS) y los Servicios de Salud (Sesver).
Así, desde el año 2003 hasta el 2017, ninguno de los cuatro penúltimos gobiernos estatales se salva.
Las administraciones de Miguel Alemán Velasco, Fidel Herrera Beltrán, Javier Duarte de Ochoa y Miguel Ángel Yunes Linares, cada uno en su turno, recibieron, en mayor o menor medida, observaciones por parte del órgano fiscalizador a sus respectivos ejercicios fiscales por los malos manejos en que incurrieron sus titulares de la Secretaria de Salud (SS) y los Servicios de Salud de Veracruz (Sesver).
Mediante una revisión documental a los informes de resultados de la Fiscalización Superior a cargo del Orfis a la SS y a su órgano desconcentrado Sesver sobre una muestra de las obras públicas, destaca que en el sector salud muchas de las obras reportadas entre los años 2006 al 2016 “no han cumplido con el objetivo prioritario de dotar de un servicio de salud a la población vulnerable”.
Los montos de los recursos y de los fondos de los que fueron extraídos esos recursos son variados.
Por ejemplo, en Ayahualulco, en la construcción del Centro de Salud con Servicios Ampliados se destinaron 14 millones 953 mil 408 pesos del Fondo Regional; en Ignacio de la Llave, para construir un Centro Salud se aplicó un millón 542 mil 921 pesos del Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social Estatal (FISE); en Saltabarranca, para la reconstrucción del Centro de Salud de un consultorio más un dental y dos núcleos básicos se ejerció un millón 551 mil 413 pesos con 46 centavos provenientes del Fondo de Desastres Naturales (Fonden).
Desde aquellos años, el Orfis alertó que las obras cuentan “con atrasos considerables en el término de contratos realizados, con periodos inactivos de trabajos, sin resolver el motivo que las origina”, y a pesar de que se dio vista al Órgano Interno de Control de Sesver, en la mayoría de los casos las obras no presentaron avances desde su última revisión y continúan en estado de abandono.
Por estos días, y a pesar de las millonarias sumas destinadas para su construcción, los hospitales y clínicas siguen abandonados a las inclemencias del tiempo.
Ya han pasado siete meses de haber iniciado el sexenio del gobernador morenista Cuitláhuac García Jiménez, y la mayoría de los hospitales y clínicas enlistadas continúan abandonados; y aunque recientemente el secretario Roberto Ramos Alor aseguró que ya fueron rehabilitadas varias clínicas, no detalló su ubicación ni los montos destinados para ello, tampoco dijo cuáles de las obras inconclusas en Veracruz serán parte de las 160 obras que desde el gobierno federal serán abandonadas definitivamente.
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