La reciente crisis atmosférica en la Ciudad de México en mayo pasado dio lugar a una educación no esperada de una gran masa de gente sobre este tema, una sensibilización; entonces estamos aprovechando esto para tratar de dar un paso hacia adelante en uno de los problemas principales de salud pública, en salud ambiental, que tenemos en México y en el mundo que es la calidad del aire.
No lo estamos viendo, pero diariamente consumimos miles y miles de litros de aire, millones de litros al año, que es nuestra dosis de aire y, sin embargo, estamos respirando aire que no está puro, aire que está contaminado con cancerígenos y con todo tipo de sustancias negativas.
Greenpeace ha dado un gran paso en hacer ver lo obvio, no podemos tener programas que respondan ya cuando la salud ambiental ha sido totalmente rebasada, por eso existe una norma oficial mexicana que se apega más o menos a lo dictado por la organización mundial de la salud, entonces lo que queremos es generar diálogos.