Menos de semanas después de la toma de protesta del presidente López Obrador en el Zócalo capitalino, se presentó el primer caso de un crimen de alto impacto contra un funcionario regional; se trataba de la alcaldesa del municipio de Juárez, Coahuila, Olga Gabriela Kobel Lara, quien fue reportada como desaparecida el día 10 de diciembre del 2018.
Seis días más tarde se confirmó la muerte de la funcionaria, cuyo cuerpo fue hallado con dos impactos de bala en un rancho de la región de Sabinas.
Ya en el 2019 –el 1 de enero por la mañana–, momentos después de tomar protesta como alcalde del municipio de Tlaxiaco en Oaxaca, Alejandro Aparicio Santiago fue baleado en la intersección del boulevard Oriente con la calle de Perú, convirtiéndose en el primer caso de violencia contra alcaldes del presente año.
A partir de ese momento y con excepción de los meses de marzo, mayo y junio, la violencia contra estos representantes regionales se ha mantenido al alza; siendo los meses más violentos abril y agosto, cada uno con tres atentados contra funcionarios estatales.
Uno de los casos que destacó por la violencia con la que se llevó a cabo fue el de Juan Manuel Carbajal Hernández, exalcalde del municipio de Chalco, Estado de México, quien la mañana del miércoles 3 de abril fue secuestrado por un comando de al menos 15 personas.
Los atacantes, quienes de acuerdo con los testimonios habrían arribado al domicilio particular del de Carbajal Hernández portando uniformes de la Policía Federal, se llevaron por la fuerza al político. Al otro día, cerca de las ocho de la mañana se dio el hallazgo del cuerpo del exalcalde de Chalco en un terreno del municipio contiguo de Amecameca, el cual se encontraba semidesnudo y con un impacto de arma de fuego a la altura de la sien.
El caso más reciente se registró el pasado 15 de septiembre, con el asesinato del expresidente municipal de Tuxtla Chico, Chiapas, Gustavo Alonso Bonilla Palomeque, quien murió cuando un par de desconocidos le abrieron la cabeza a machetazos, despojándolo de su vida y de cerca de 25 mil pesos de la nómina para los empleados de su rancho ganadero.
Desde el Senado de la República, la presión para acarrear mayores recursos y herramientas para los ayuntamientos se hizo evidente durante la discusión del Paquete Económico 2020, y funcionarios como Cristóbal Arias Solís buscan mantener la discusión activa.
En consideración del también presidente de la comisión de Gobernación de la Cámara alta, es precisamente en los municipios donde debe ponerse el acento para la prevención y la desarticulación de grupos criminales, tanto para delitos graves como para casos del fuero común.
“No debe de regatearse el presupuesto. Al contrario, yo creo que debe destinarse el mayor número de recursos y apoyar, por supuesto, a los estados y ayuntamientos. Buscar que se capaciten técnicamente para que haya resultados positivos”, destaca.
Desde su perspectiva, la colaboración con los otros dos órdenes de gobierno para el combate al crimen es indispensable, pues “la seguridad pública no es nada más función única y exclusiva del Gobierno federal”. Arias Solís afirma que esa articulación tripartita está claramente reflejada en el artículo 21 constitucional que señala que es una función de la federación, los estados y los municipios el mantener la seguridad.
“No debe de regatearse el presupuesto. Al contrario, yo creo que debe destinarse el mayor número de recursos y apoyar, por supuesto, a los estados y ayuntamientos. Buscar que se capaciten técnicamente para que haya resultados positivos”, destaca.
Desde su perspectiva, la colaboración con los otros dos órdenes de gobierno para el combate al crimen es indispensable, pues “la seguridad pública no es nada más función única y exclusiva del Gobierno federal”. Arias Solís afirma que esa articulación tripartita está claramente reflejada en el artículo 21 constitucional que señala que es una función de la federación, los estados y los municipios el mantener la seguridad.