Elizabeth Hernández
Julio César Almanza, empresario y presidente de la Federación de Cámaras de Comercio (Fenaco), murió esta tarde en un ataque armado. El atentado ocurrió en las inmediaciones de las oficinas de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco), entre la calle España y 14, en la colonia Buenavista.
Según los primeros reportes, varios sujetos armados abrieron fuego contra la camioneta Grand Cherokee en la que Almanza se encontraba. Los atacantes huyeron en las mismas motocicletas que utilizaron para cometer el crimen. Almanza estaba acompañado por su hermana, Silvia Almanza, cuya condición de salud se desconoce.
La Vocería de Seguridad de Tamaulipas confirmó el incidente con un escueto comunicado: “Atendimos un reporte de lesionado por arma de fuego en colonia Buenavista de Matamoros, autoridades informan un masculino sin vida”.
Extorsiones locales dentro del contexto del crimen
La periodista Pamela Cerdeira afirmó en un mensaje en redes sociales que Almaza fue asesinado minutos antes de concederla una entrevista sobre las presiones que el crimen organizado ha impuesto a los empresarios en Tamaulipas.
Julio César Almaza también denunció el cierre paulatino de 191 tiendas de la cadena Oxxo debido a la falta de condiciones de seguridad para operar sin contratiempos. Los primeros cierres de estas sucursales ocurrieron el 25 de julio
TE PUEDE INTERESAR Asesinan a Melesio Cuén Ojeda, diputado federal electo
El anuncio se había dado de manera interna a través de un comunicado en el que se aseguró que había colaboración con las autoridades para reiniciar operaciones lo antes posible, pero que la suspensión duraría hasta que se pudieran garantizar las condiciones necesarias de seguridad.
Roberto Campa, director de Asuntos Corporativos de la empresa Fomento Económico Mexicano (Femsa), sostuvo que el cierre de las sucursales estaba directamente ligado con las exigencias que impusieron los grupos criminales para esta empresa.
Entre las condiciones que se han impuesto a los colaboradores de Oxxo se incluye el cobro de piso por operar, control de los precios y horarios de servicio de una gran parte de las sucursales en Tamaulipas.
Además, estos grupos criminales exigieron que las gasolineras de grupo Femsa compraran el combustible solo a determinados distribuidores autorizados por ellos. Incluso denunció el secuestro de dos colaboradores con el fin de obtener información.
La comunidad empresarial y las autoridades locales esperan más detalles y respuestas sobre este crimen que conmociona a la región y agrava la crisis de seguridad en Tamaulipas.