Elizabeth Hernández
Una breve publicación de Facebook del activista Armando Villanueva, sobre cómo había tomado nota de los tatuajes que tenían algunas de las víctimas localizadas en una nueva fosa clandestina del poblado jalisciense de San Agustin, desencadenó una respuesta abrumadora que puso en evidencia la enorme crisis de desaparecidos que golpea a esta entidad del bajío mexicano.
En solo unas horas, el mensaje de Armando se inundó con más de 3 mil mensajes provenientes de familiares de personas desaparecidas en Jalisco que esperaban tener algún rastro de las personas que un día simplemente no regresaron a su hogar.
“Buscamos a mi hermano desde el 2 de agosto del 2020, este tatuaje tenía en su mano”, se lee en uno de los miles de comentarios que llenaron la nueva publicación de este activista, quien periódicamente sube información que permita identificar a los cientos de cadáveres que ha descubierto en su labor de rastreador de personas desaparecidas en Jalisco.
Los mensajes son una amalgama de dolor, esperanza, gratitud y, sobre todo, la necesidad de encontrar las respuestas que ni las autoridades, ni los comisionados o las promesas de decenas de políticos han podido dar a cientos de familias afectadas por esta crisis.
Acciones como las de Armando se han convertido no sólo en un símbolo de la lucha contra la impunidad y la indiferencia que ha caracterizado la crisis de desapariciones en el estado de Jalisco, también han puesto al descubierto la urgencia de abordar este problema, brindando una voz a aquellos que han sido silenciados durante demasiado tiempo.
“Mi esposo Antonio desapareció poco después de nuestra boda, lo contactaron para hacer unos trabajos de albañilería, pero ya no regresó”, comentó Diana en entrevista con ONEA. Las autoridades no tomaron el caso con seriedad y la desesperación de esta joven de 22 años creció con cada hora que pasaba en busca de su pareja.
Fue entonces cuando una de sus primas vio la publicación en el perfil de Armando y la compartió con Diana. Una de las descripciones coincidía con uno de los tatuajes de Antonio, por lo que se puso en contacto y mandó la ficha de búsqueda de su esposo por mensaje privado; una horas después tuvo frente a ella la respuesta que tanto temía, pero que de alguna forma ponía fin a una búsqueda de meses.
“Encontramos el cuerpo de Antonio, tras cuatro meses de ir a las fiscalías, de pegar fichas de búsqueda y suplicar por ayuda, finalmente puedo traer a mi esposo a su casa” afirma Diana con una voz corta. “Las redes sociales nos dieron la respuesta que necesitábamos en medio de esta pesadilla. Armando fue un ángel para nuestra familia.”
La labor de Armando Villanueva va más allá de la denuncia en redes sociales. Desde hace años, ha dedicado su vida a la búsqueda de personas desaparecidas en el estado de Jalisco. Con su incansable labor, ha logrado localizar numerosas fosas clandestinas y cuerpos sin identificar. A través de su trabajo, ha desempeñado un papel fundamental en la identificación y devolución de los restos a sus familias, brindándoles un cierre tan necesario en medio de la incertidumbre.
Sin embargo, a pesar de los esfuerzos individuales como los de Villanueva, la crisis de desaparecidos en Jalisco sigue siendo una herida abierta en la sociedad. Organizaciones de derechos humanos han denunciado la falta de recursos, la corrupción y la falta de voluntad política para abordar este problema de manera efectiva. Las familias de desaparecidos enfrentan obstáculos burocráticos y una falta de apoyo adecuado para buscar y exigir justicia.
La respuesta masiva a la publicación de Villanueva resalta la desesperación y la necesidad de acciones concretas para abordar esta crisis. La sociedad civil se ha movilizado, exigiendo a las autoridades que tomen medidas inmediatas para investigar y encontrar a los responsables de estas desapariciones. Además, se solicita una mayor atención y apoyo a las familias afectadas, quienes llevan años viviendo con la incertidumbre y el dolor de la ausencia de sus seres queridos.
German Gutierrez, sociólogo y activista por la pacificación de México, explicó que “es imperativo que las autoridades locales, estatales y federales reconozcan y atiendan la gravedad de esta crisis de desaparecidos en Jalisco. Se requiere una respuesta integral que involucre la asignación de recursos adecuados para la búsqueda, la investigación y la justicia”, y agregó que “también es necesario fortalecer los mecanismos de apoyo a las familias de desaparecidos, garantizando su participación activa en todo el proceso”.
Armando Villanueva ha dado voz a miles de familias que han sufrido la tragedia de la desaparición forzada en Jalisco. Su valentía y dedicación han puesto de manifiesto la gravedad de esta crisis y han impulsado un llamado a la acción. Ahora, corresponde a las autoridades y a la sociedad en su conjunto trabajar juntos para encontrar soluciones duraderas, brindar justicia a las víctimas y garantizar que ninguna familia tenga que enfrentar la incertidumbre de la desaparición de un ser querido.