La muerte de Óscar Sánchez Tirado dentro del centro de reinserción social de Pacho Viejo, Veracruz, por un presunto derrame cerebral, trascendió en medios locales la mañana de este miércoles.

El exservidor público, quien fuera detenido y vinculado a proceso en 2017 por la desaparición forzada de Carlos López Bautista, se encontraba privado de su libertad en espera de recibir sentencia.

Su fallecimiento en instalaciones del Estado, con una dilación de cinco años en la resolución de su situación jurídica, refleja la falta de debida diligencia de las autoridades encargadas de procuración de justicia en la entidad.

Las múltiples omisiones cometidas contra los derechos de los familiares de Carlos López han sido ampliamente documentadas tanto por esta organización como por organismos autónomos como la comisión local de derechos humanos.

En ese sentido, desde ONEA México recordamos a las autoridades estatales que la muerte del imputado no extingue el deber de reparación del daño, y urgimos a que se tomen las medidas necesarias para que los familiares de la víctima tengan un pronto y efectivo acceso a la justicia.

Lo anterior incluye agotar las vías pertinentes para determinar la responsabilidad penal de los ex policías que fueran acusados de ser co-partícipes de Sánchez Tirado en la desaparición de Carlos López; cuatro de los cuales, de acuerdo con el testimonio de la madre de la víctima, se encuentran actualmente en libertad.